Contínuamente me sorprendo de las formas tan radicales en las que puede cambiar tu vida por el poder de una simple sílaba como es "Sí" o de una simple frase como la que es "Acepto" ("I do") El ser humano pasa toda su existencia moldeándose a las consecuencias de sus actos, es sorprendente las cosas que aceptamos, pero mas sorprendentes son las cosas que
no aceptamos.
Al observar al mundo me he percatado de que tenemos más miedo de decir "Sí" o "Acepto" del que tenemos de decir que
no. Es más sencillo negar las cosas, dejarlas a un lado morir lentamente, que afrentarlas, darles carácter, enfrentarse a todo por ellas.
Aunque, talvez, muchos no lo aceptan, pasamos mas tiempo asustados de lo que puede ser si... que de lo que
no puede ser si... Nos sentimos seguros cerrando puertas y descartando cualquier posibilidad de cambio o de turbación, disfrutamos de la lejanía de las demás personas y de los sueños pues asi nos ahorramos discusiones, tener que moldearnos a otros y a momentos pasar cosas por alto, cerramos puertas porque nos gana la adversidad y ya no desamos seguir nadando contra corriente, aun faltándonos sólo un metro para ser inquilinos del jardín del Edén, nos dejamos llevar, justo en la recta final, por las aguas de nuestros propios miedos a los alrededores de nuestro infierno interior.